Sierra de Almodóvar del Campo
Calle Huerto Arriba Almodóvar del Campo Castilla-La Mancha 13580 ES

Constituye una doble pero estrecha alineación labrada en las duras cuarcitas armoricanas y es algo más elevada y húmeda que la sierra de Villamayor, situada más al norte. Dentro de su conjunto destacar la Sierra del Torozo con la Hoya del Mesto (905 m), la Sierra de la Graja con la Peña de la Graja (930 m), la Sierra del Talaverano con el Cerro de la Hoya del Escribano y la Sierra Decarada de la Santa (935 m).

Dentro de la unidad mencionar las manifestaciones volcánicas del Negrizal de la Viñuela, localizado en las cercanías de la Viñuela, y el volcán de las Huertas, ubicado en el Cerro de San Patricio, en las inmediaciones de Almodóvar del Campo, junto al volcán de los Molinos y cráter de la Laguna, donde aparece un pequeño derrame que se extiende por las laderas hacia el norte.

La vegetación está dominada por el conjunto del encinar, si bien se ve enriquecida en las umbrías por elementos más subhúmedos; en contraposición las solanas gustan de un estado de degradación mayor, con predominio de jarales y tomillares.

Resaltar en todo su conjunto la influencia del hombre en la cobertura vegetal con la implantación de olivares. El olivar es un cultivo de secano leñoso que ha entrado a formar parte del paisaje de la comarca, en las sierras y pie de monte de muchos de los pueblos que la conforman.

Como monocultivo que es, reserva en su interior una gran diversidad faunística, ligada directa e indirectamente a su fruto, la aceituna, base alimenticia de muchos roedores y aves, fuente primordial en la cadena trófica de muchos depredadores propios del monte mediterráneo.

Como elemento integrador del paisaje, el olivo se enriquece en sus márgenes por especies vegetales propias del monte mediterráneo, como son la encina, la coscoja o el madroño, supervivientes de la vegetación autóctona que aún perdura en los cantorrales, desempeñando una función muy importante no sólo como resguardo, guarida o refugio de muchos animales, sino como elemento de protección del suelo ante los efectos de la persistente erosión que se lleva a cabo en estos cultivos.